Su cuerpo es poderoso y sabio, más de lo que usted cree y más de lo que usted le ha permitido ser. El acceso a este poder ilimitado está en callar la bulla de voces externas, de nutricionistas y dietas, y en permitirse estar con todo su ser, presente en cada momento de comida.
Cuando vuelve a escuchar su cuerpo, se acaban los buenos y malos, pues su cuerpo le guía. La alimentación deja de ser lucha y simplemente fluye a las mejores elecciones. ¿Cómo re-encontrar ese poder?:
*Haga cada momento de comida sagrado. Defina las horas en que necesita comer y comprométase en esos momentos a PARAR, vaya a una mesa donde pueda estar en total atención al momento. La compañía humana agradable está bien , deje de lado las pantallas.
*Deje de decidir QUÉ comer por reglas externas. Planifique su menú basado en lo que le suena bien y disfruta. Puede ser que ahora le resulte difícil darse permiso, pues si ha vivido definiendo la comida como buena o mala, en lo único en que puede pensar es en los “malos” que tanto desea, Nutella, galletas, etc. Tranquil@, dese permiso HONRADO SU COMIDA, como expliqué en el punto anterior.
*RESPIRE. Tome unos minutos para respirar profundo, 5 respiraciones al menos.
*Tome un momento para observar, apreciar su comida.
*Coma y disfrute.
REPITA ESTE PROCESO EN TODA COMIDA DE SU DÍA.
Es verdaderamente liberador alimentarse desde este poder de su cuerpo. Se siente plenitud y felicidad, a diferencia de la constricción y malestar cuando vive a dieta.
¿Se atreve al cambio? En nuestros talleres podrá aprender CÓMO COMER desde todo su poder.
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