fbpx

Angie Carballo

Coach Profesional

Te cuento mi historia...

En mi vida he hecho tantas cosas que es difícil saber por dónde empezar: administradora de negocios, empresaria, guía turística, tramitóloga, teacher, traductora, instructora de tabata y spinning, buceadora recreativa, activista ambiental, coordinadora de campaña política, agente inmobiliaria, organizadora de eventos… Actualmente, madre, abuela, compañera. emprendedora, coach de emprendedores o como me gusta definirme “pulidora de diamantes”.

Me dicen Angie, mi nombre es Anayansi (significado: llave de la felicidad). Nací en San José, Costa Rica, en un hogar lleno de amor y unión familiar lo que me dió una seguridad y valentía para afrontar diferentes obstáculos en la vida, y convertirlos en experiencias formadoras de un carácter luchador. Mi padre politólogo y mi madre empresaria nos brindaron a mí y a mi hermana una vida privilegiada. De mi infancia solo tengo recuerdos felices, con lindos viajes familiares por todo Costa Rica y al extranjero. Hija única por 11 años hasta que nació mi hermana que para mí fue un gran regalo, recuerdo que me encantaba cantar y bailar con ella.

Mi primera prueba de responsabilidad y valentía fue con la llegada de Javi, me convertí en madre a mis 17 años, pasé en un abrir y cerrar de ojos, de ser una adolescente mimada a una madre abnegada, esposa, estudiante universitaria y trabajadora. Cursaba mi décimo año de bachillerato en un colegio privado. Mis padres insistieron mucho para que me quedara en la casa con ellos, ofreciéndome hacerse cargo para que siguiera estudiando. Pero mi decisión fue casarme. Quizás mis ansias por demostrar de que era capaz de ser independiente, o mi terquedad, o por enamoramiento o mi teoría más fuerte por el inmenso amor que sentía hacia la criaturita que crecía en mí, fue lo que me dio toda la fuerza de decir “atrévete” y asumir la responsabilidad de la mejor manera posible.

Entre biberones y pañales, logré terminar mi bachillerato asistiendo a estudiar por las noches y posteriormente estudiar administración de negocios en la Universidad. Al mismo tiempo trabajaba en un banco y emprendía una empresa con mi esposo. Seis años después nació Mari, una muñequita que completó nuestro hogar.

Estuve casada por 19 años, con mi amor de colegio y padre de mis dos hijos. Los 10 primeros años fueron como dos niños jugando de casita, inexperiencia en todos los sentidos pero con alegría de juventud. Los posteriores fueron años llenos de altibajos, momentos dulces y amargos, época de muchísimo trabajo y esfuerzo. Durante estos años apoyé a mi esposo con una empresa de automatización industrial que dejó grandes beneficios económicos, y al mismo tiempo tenía mis ingresos de diferentes proyectos.

Ante los demás, éramos la familia perfecta, económicamente estables, con sus negocios, casa bonita, los hijos en buenos colegios, una pareja muy sociables y de buen ver. Me costó mucho entender que a pesar de que ambos éramos personas responsables, respetuosas y hasta amorosas, nuestros valores y visión en la vida eran muy diferentes.

Los sueños que compartimos en el colegio fueron cambiando al pasar a ser adultos. Por lo que tomamos la decisión de divorciarnos. Fue bastante duro rehacer mi vida con un hijo adolescente y una hija preadolescente, pero también gratificante por el vínculo que surgió entre mis hijos y yo: “los tres guerreros”.

Posteriormente, en mi búsqueda de salir adelante, busqué amor donde no había, intentaba sobresalir de formas que no iban conmigo, confundida hasta con mi propia identidad, cometí muchísimos errores. Me alejé de mi familia y amistades, me fui a vivir lejos, quizás para olvidar o quizás con ansias de empezar. Estuve muchos años luchando por ser feliz y darle un sentido a mi vida. Totalmente entregada a mi trabajo, participé en dos proyectos grandes alejados de la ciudad y de mi gente. A pesar de que aprendí mucho en el ámbito profesional, era un tipo de refugio a mis emociones.

Años después me sentí lista para volver a emprender, pero todavía no me sentía lista para estar cerca de los míos, por lo que empecé un negocio de turismo en la costa norte de mi país. Vivía en un lugar lleno de naturaleza que disfrutaba de ella pero no sentía que me alimentaba el alma. Aunque tenía muchas actividades y estaba acompañada, me sentía sola. Estaba cansada de una búsqueda sin resultado. Hasta que un día, sentí que la naturaleza me trataba de dar un mensaje. Empecé a observar, a ser más consciente de pequeñas cosas, empecé a darme cuenta que estaba buscando afuera algo o alguien me hiciera feliz y que debía de buscar dentro de mí. En este momento empezó mi transformación. Poco a poco, fui descubriendo que me gustaba a mi, a preocuparme más por mí, qué me llenaba, aprendiendo a hablar con mi interior.

“Cuando uno cambia todo cambia”, y así fue. Descubrí la meditación y como magia todo se fue transformando: el dolor en ganas de vivir, los recuerdos en enseñanzas, los miedos en experiencias. Aprendí a interpretar mensajes que iba dando la naturaleza, en el vaivén de las olas, en la sombra de un árbol, en el vuelo de un pájaro, en el nacimiento de una tortuguita… esto a la vez, me llevó a tener una conexión muy especial con el medio ambiente y un afán por protegerlo. Convirtiéndome junto con un grupo de mujeres poderosas en fundadora de Eco-Coco, una organización que me enseñó a dar sin esperar nada a cambio, a compartir con la comunidad, a defender mis convicciones, a descubrir mi poder de liderazgo y lo que me agrada trabajar en equipo. Mi paz interior y mi alegría, se reflejaban. Era como un imán de cosas, personas y momentos mágicos. Era como estar atravesando un arco iris, me sentía como una niña que se asombra al ir descubriendo nuevos colores.
¡Mi felicidad fue una elección! Y así como muchas cosas iban llegando, llegó un ángel. Carlos llegó a ser el complemento perfecto en mi vida. Con él he aprendido que lo importante es el presente y disfrutar de las cosas más sencillas de la vida. Aprendo cada día que muchas circunstancias no se pueden cambiar pero siempre podemos elegir con que actitud para afrontarlas. Vivo desde 2018 con Carlos y Tica (mi perrita) en Tarragona, España. En un pequeño pueblo del delta del Ebro, un lugar que me permite estar en conexión con la naturaleza, donde los largos paseos en bicicleta son la vacuna de cualquier amenaza a mi paz interior.

Siempre en mis ansias de aprender, cuando llegue a España, asistí a unos talleres de empoderamiento y fui ahí donde descubrí lo que ahora es mi pasión “el coaching”. Saber que con mis experiencias personales, conocimientos y habilidades podía acompañar a diferentes personas a brillar desde su esencia, me inspiró para dar lo mejor de mi.

En Barcelona me formé como Coach personal, ejecutiva y empresarial, con un master en psicología positiva aplicada, mindfulness y gestión de emociones. Además de una titulación como comunicadora de alto impacto.  Las ganas de descubrir más sobre el comportamiento humano  y el compromiso con mis cochees (clientes) me mantienen en una formación continua.  

En mis sesiones de coaching acompaño principalmente a mujeres emprendedoras a transformar su idea en un negocio rentable.  Trabajamos juntas su autodescubrimiento, su transformación e incorporación de la conquista de sus vidas. Con Proyecto Atrévete imparto talleres para el empoderamiento, emprendimiento, liderazgo, gestión de emociones y crecimiento integral

¡No hay nada que me haga más feliz que ver el brillo y sonrisa de cada cliente cuando los acompaño en su transformación!

Para concluir quiero decirles que ha sido un largo camino de “resurgimiento” como me gusta llamarlo, reconozco ahora que cada persona que ha pasado por mi vida ha aportado algo positivo, que cada error ha sido un aprendizaje invaluable y que mi familia es mi mayor tesoro: mis hijos son mi mayor orgullo, mis padres son mis héroes, mi hermana y mi sobrina son mi inspiración, mi pareja es mi fortaleza y mis nietos son mi motor.

Me encantaría escuchar tu historia o simplemente conversar sobre aquello de lo que sientas quieras hacer un cambio, avanzar o descubrir.  ¡Espero conocerte pronto!

¡Contáctame!

Llámame o escríbeme y  te responderé en menos de 24 horas (días laborables).

Correo electrónico: angie@proyectoatrevete.com
Teléfono: +34 601 09 12 13